La arquitectura que hoy conocemos como bioclimática, ecológica, sostenible o verde, no es más que la arquitectura del lugar, una arquitectura que desde siempre ha tratado de crear espacios útiles y necesarios a partir de las peculiaridades del ambiente cultural y físico; con el fin de adaptarse y generar el mínimo impacto local y global.  

 

Llamarle arquitectura tradicional, regional o vernácula son términos alejados de la sofisticación y modernidad que busca la arquitectura actual, una arquitectura que en ocasiones se aleja de la realidad social y ambiental del lugar donde se desarrolla.

Re-mirar con curiosidad esta arquitectura es entender las necesidades del lugar y su gente, es recuperar el conocimiento de las proporciones, los materiales, las técnicas y el diseño que en cada lugar han ido evolucionando a través del aprendizaje y la adaptación al medio.

La combinación de los medios actuales junto con el conocimiento y la sensibilidad del pasado, pueden ofrecernos nuevas soluciones arquitectónicas más ecológicas, económicas, sociales y saludables.